domingo

los trenes también son puentes.

se me está muriendo. ahí, adelante mío. me dice cosas que no quiero entender. que no me interesan, que quisiera que ni las piense. nada que salga de esos ojos arrugados, todos mojados, de esas manos temblorosas. nada que empiece con cosas como cuando uno se está muriendo. se me está muriendo él. me dice que si lo lloramos cuando se muera él ni se va a enterar. que si lo queremos cuando se muera no sirve de nada. entonces tengo que llorarlo ahora, porque no puedo no llorarlo. se me va. él. el que me hacía ver películas para cagarse de miedo en la cama. el que hizo siempre los mejores asados. el que me enseñó a patinar, a andar en bicicleta, a tocar el piano. el que hacía de salvavidas cuando me ahogaba en la pelopincho. el que me llevó a conocer la nieve. el que me enseñó que después de cosas que duelen mucho siempre siguen floreciendo rosas; y aunque sería hipócrita decir que se puede seguir sonriendo de la misma manera, sería estúpido dejar de sonreír. el papá de mi nombre. el de los limones. el que me llevó por primera vez a la cancha, y venía a despertarme a las 4 de la mañana para ver la carrera. el que me enseñó a manejar. el fanático de los pibes chorros y damas gratis. el que me enseñó a sacar fotos y a entrenar con clavas. el que me cuidó los peces. el que me compró una casa con vista al mar para estar siempre cerca de mí. el de las caminatas a las 6 de la mañana buscando patas de cangrejos. el que cada pedo que me tiraba, venía a sentirle el olor. el corazón no está tan mal como creía. como creíamos. pero se le fueron los amigos y le llegó el miedo del saber que ya no queda tanto y que viene de imprevisto. él sigue plantando semillas en su huerta, pero cada vez que lo veo los ojos se le apagan un poco, y los tomates no le crecen como antes. de este lado estamos todos nosotros abrazándote. allá debe estar julio esperándote con alguna excusa por el taller sólo y los 18 años de beatles y ojos celestes. la vida está para irla muriendo. no voy a decir que no me duele que te vayas. pero sé que vas a estar floreciendo con julio todos los 27 de febrero, abrazando entre los dos cada uno de mis pasos. pero por favor. vos, el que me enseñó a reírme donde todos lloran, el que me enseñó que adentro de los tanques de guerra también puede haber personas, vos, cruzando la gaona y volando por los aires, vos, el mejor nadador de moreno, por favor. por favor, no te me mueras así de triste.

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